Una de las enseñanzas de grandes maestros más chocante que recibí en mi vida fue, que si no hay gente hablando mal de vos, algo estás haciendo mal...
Duro... Porque a nadie le gusta que hablen mal de uno. Y yo no soy la excepción. Sin embargo, el tiempo y la experiencia me fueron demostrando, que si bien no es tan drástico y todo tiene una explicación, en el fondo, es una gran verdad.
A veces caemos en la necesidad emocional de querer satisfacer a todo el mundo, porque no somos malos, y queremos dejar a todo el mundo contento. ERROR. De hecho, es el peor error que podemos cometer. La frase que cita que en el camino al éxito perderás varios amigos puede sonar a cliché, pero no por eso deja de ser vigente y real.
Cuando decidís forjar tu propio camino, cuando elegís la libertad de tejer la vida que querés, es inevitable el enfrentamiento. El primer enfrentamiento inevitable, es con uno mismo, por querer pelear contra eso que creemos es egoísmo, pero no es más que la simple bondad de ponernos a nosotros primero para vivir con libertad.
Luego...lo tenebroso. La opinión. Opina tu madre, tu padre, tus hermanos, tu tía, tus abuelos, tus amigos, tus hijos, tus vecinos, tu novio, tu novia, tu esposo, tu amante, tus sobrinos, el quiosquero, el carnicero, los maestros de tus hijos, los amigos de tus hijos...en fin. Recibimos tantas opiniones que si dejamos que nos afecten..¡bingo!. Retrocedemos por miedo al que dirán...o al que seguirán diciendo.
Cuando comencé con mi proyecto, Circomedia, si hubiera escuchado las opiniones, hoy seguiría planchando de pantuflas en mi casa y sería una digna ama de casa. Cuando me di cuenta que tenía la opción de ofrecer más de lo mismo, o dejar mi huella proponiendo algo distinto, innovando en la forma de promover la formación en arte escénico...¡bingo! Empezaron más golpes de opiniones...
Cuando decidí entonces levantar propuestas aún más ambiciosas y trascender lo que yo creía que eran mis límites...¡doble bingo! Ahí ya había capítulos enteros escritos sobre todo lo que yo era o dejaba de ser.
Tengo coleccionados piropos de todos los colores: ambiciosa, lujuriosa, usurpadora, pesada, exagerada, exigente, loca, mala onda, y otros que no estaría correcto escribir en un blog... También mi pobre Circomedia recibió sus buenos golpes y golpizas, críticas destructivas, profesías y anhelos de fracaso, enojos, molestias, y grandes deseos de que el barco se hunda.
Qué dolor...al principio sentía dolor. A veces no entendemos porque desde afuera no se ve el sacrificio diario de levantarse todos los días y construir un sueño, hacerlo crecer, y dejar la vida en eso. Al principio...luego recordé las sabias palabras de los maestros
"si no hay gente hablando mal de vos, algo estás haciendo mal..." Porque, ¿cuáles eran mis resultados mientras los demás trataban de herirme? El crecimiento, todo estaba creciendo, por cada persona que intentaba molestarnos o que se alejaba ofendido, tres más se acercaban a nosotros para sumarse a la familia.
Entonces...tenemos que elegir en qué enfocarnos. Y si los resultados son POSITIVOS entonces todo lo demás puede quedar flotando. La clave es: RESULTADOS.
Evaluá tus resultados, ellos son el espejo de lo que sucede en tu interior y son el fruto de tus esfuerzos. Y es muy probable que cuánto más respetes tu camino y tu forma de hacer las cosas, más te critiquen los demás.
Que hablen... y llevá la cuenta. Cuánto más hablen, mejor lo estás haciendo.
"Si alguien habla mal de ti a tus espaldas, es porque no soporta que tu vayas delante..."
Leticia Mato - Directora de Circomedia.
Coordinadora del Programa de Mentoría.
¿Querés ser emprendedor y precisás ayuda? ¡Hacé lo que amas!
Duro... Porque a nadie le gusta que hablen mal de uno. Y yo no soy la excepción. Sin embargo, el tiempo y la experiencia me fueron demostrando, que si bien no es tan drástico y todo tiene una explicación, en el fondo, es una gran verdad.
A veces caemos en la necesidad emocional de querer satisfacer a todo el mundo, porque no somos malos, y queremos dejar a todo el mundo contento. ERROR. De hecho, es el peor error que podemos cometer. La frase que cita que en el camino al éxito perderás varios amigos puede sonar a cliché, pero no por eso deja de ser vigente y real.
Cuando decidís forjar tu propio camino, cuando elegís la libertad de tejer la vida que querés, es inevitable el enfrentamiento. El primer enfrentamiento inevitable, es con uno mismo, por querer pelear contra eso que creemos es egoísmo, pero no es más que la simple bondad de ponernos a nosotros primero para vivir con libertad.
Luego...lo tenebroso. La opinión. Opina tu madre, tu padre, tus hermanos, tu tía, tus abuelos, tus amigos, tus hijos, tus vecinos, tu novio, tu novia, tu esposo, tu amante, tus sobrinos, el quiosquero, el carnicero, los maestros de tus hijos, los amigos de tus hijos...en fin. Recibimos tantas opiniones que si dejamos que nos afecten..¡bingo!. Retrocedemos por miedo al que dirán...o al que seguirán diciendo.
Cuando comencé con mi proyecto, Circomedia, si hubiera escuchado las opiniones, hoy seguiría planchando de pantuflas en mi casa y sería una digna ama de casa. Cuando me di cuenta que tenía la opción de ofrecer más de lo mismo, o dejar mi huella proponiendo algo distinto, innovando en la forma de promover la formación en arte escénico...¡bingo! Empezaron más golpes de opiniones...
Cuando decidí entonces levantar propuestas aún más ambiciosas y trascender lo que yo creía que eran mis límites...¡doble bingo! Ahí ya había capítulos enteros escritos sobre todo lo que yo era o dejaba de ser.
Tengo coleccionados piropos de todos los colores: ambiciosa, lujuriosa, usurpadora, pesada, exagerada, exigente, loca, mala onda, y otros que no estaría correcto escribir en un blog... También mi pobre Circomedia recibió sus buenos golpes y golpizas, críticas destructivas, profesías y anhelos de fracaso, enojos, molestias, y grandes deseos de que el barco se hunda.
Qué dolor...al principio sentía dolor. A veces no entendemos porque desde afuera no se ve el sacrificio diario de levantarse todos los días y construir un sueño, hacerlo crecer, y dejar la vida en eso. Al principio...luego recordé las sabias palabras de los maestros
"si no hay gente hablando mal de vos, algo estás haciendo mal..." Porque, ¿cuáles eran mis resultados mientras los demás trataban de herirme? El crecimiento, todo estaba creciendo, por cada persona que intentaba molestarnos o que se alejaba ofendido, tres más se acercaban a nosotros para sumarse a la familia.
Entonces...tenemos que elegir en qué enfocarnos. Y si los resultados son POSITIVOS entonces todo lo demás puede quedar flotando. La clave es: RESULTADOS.
Evaluá tus resultados, ellos son el espejo de lo que sucede en tu interior y son el fruto de tus esfuerzos. Y es muy probable que cuánto más respetes tu camino y tu forma de hacer las cosas, más te critiquen los demás.
Que hablen... y llevá la cuenta. Cuánto más hablen, mejor lo estás haciendo.
"Si alguien habla mal de ti a tus espaldas, es porque no soporta que tu vayas delante..."
Leticia Mato - Directora de Circomedia.
Coordinadora del Programa de Mentoría.
¿Querés ser emprendedor y precisás ayuda? ¡Hacé lo que amas!