
Ya pasamos a la segunda mitad de este Ciclo "Personajes que nos Inspiran". Después del último polémico personaje elegido para la semana anterior, Steve Jobs, continuamos con el hilo de personajes polémicos, audaces y osados. Esta vez, en el campo de la medicina...
Es muy probable que no conozcas a Ghislaine, o Ghis, como ella misma se denomina. Y si ya la conocés, seguro que, de acuerdo o no, coincidimos en que es una mujer con mucho coraje.
Ghis es una ex médica, nacida en Montreal, Canadá, en 1941. Hija y nieta de farmacéuticos, eligió para su vida la carrera de medicina para complacer a sus padres. A los 18 años quería ser filósofa, pero pensó que "pensar no aportaba nada a los demás". Así que su elección de seguir medicina también tenía más sentido dado que de esa forma podía ayudar a las personas. Y de esa forma intentó hacerlo por 20 años ejerciendo la medicina tradicional y volviéndose una reconocida médica especializada en la flebología con clínicas en EE.UU y Canadá.
Como ella misma lo indica en su biografía: "En medicina, buscaba la salud ilimitada: sabía, en el fondo de mí, que existía una manera de que todo el mundo tuviera una salud perfecta con un coste mínimo"
Esta cruzada por ser una verdadera sanadora y cuidar la salud de la gente, la llevó a viajar y vivir en diferentes países, pero en uno de ellos, EE.UU, descubrió el terror que denunció a viva voz al mundo entero: la existencia de la mafia médica y la enfermedad como un negocio multimillonario y mundial.
Es muy probable que no conozcas a Ghislaine, o Ghis, como ella misma se denomina. Y si ya la conocés, seguro que, de acuerdo o no, coincidimos en que es una mujer con mucho coraje.
Ghis es una ex médica, nacida en Montreal, Canadá, en 1941. Hija y nieta de farmacéuticos, eligió para su vida la carrera de medicina para complacer a sus padres. A los 18 años quería ser filósofa, pero pensó que "pensar no aportaba nada a los demás". Así que su elección de seguir medicina también tenía más sentido dado que de esa forma podía ayudar a las personas. Y de esa forma intentó hacerlo por 20 años ejerciendo la medicina tradicional y volviéndose una reconocida médica especializada en la flebología con clínicas en EE.UU y Canadá.
Como ella misma lo indica en su biografía: "En medicina, buscaba la salud ilimitada: sabía, en el fondo de mí, que existía una manera de que todo el mundo tuviera una salud perfecta con un coste mínimo"
Esta cruzada por ser una verdadera sanadora y cuidar la salud de la gente, la llevó a viajar y vivir en diferentes países, pero en uno de ellos, EE.UU, descubrió el terror que denunció a viva voz al mundo entero: la existencia de la mafia médica y la enfermedad como un negocio multimillonario y mundial.

De hecho, Ghis es la autora de la denuncia médica más completa, clara y explícita a nivel mundial sobre lo que implica a nivel mundial en negocio de las farmacéuticas, y como el sistema de salud mundial basa sus negocios multimillonarios en la enfermedad y no en la curación. Ghis es la autora de la denuncia best seller mundial: La Mafia Médica.
Tenebroso...¿no?
Solamente imaginar el proceso de esta médica que siendo parte del mismo sistema médico descubre el terror detrás de la máscara de la salud es para abrir los ojos y prestar atención.
A Ghis, este libro le acarreó gravísimas consecuencias personales y profesionales. Desde la OMS hasta el Colegio de Médicos iniciaron una denuncia penal contra su persona derivando esto en la prohibición de ejercer la medicina de por vida, retirándole completamente sus títulos y certificados. El juicio duró un año y medio, durante el cual Ghis no se achicó y se dedicó a dar charlas, seminarios y conferencias, así como de hacer público a nivel mundial el negocio de la mafia médica.
Demás está aclarar que también sufrió varias amenazas de todo tipo en el afán de silenciar su mensaje revelador al mundo.
Pero a pesar de que los intereses mundiales intentaron prohibir la venta del libro y acallar su contenido, el mensaje tomó notoriedad mundial, aunque tal vez no la debida. Digamos que fue un empate entre Ghis y los peces gordos.
En este libro describo el sistema médico tal y como es en realidad: un sistema de enfermedad al servicio del Dinero y hecho para hacer que las personas enfermen. Doy las herramientas para salir de él y volver a encontrar salud y prosperidad.
Según sus investigaciones, sólo en Estados Unidos, mueren 700.000 personas al año como consecuencia de efectos secundarios de los fármacos para "curar" enfermedades.
En sus investigaciones de laboratorio, denuncia el contenido de las vacunas suministradas a los niños desde su nacimiento y cómo los ingredientes de las mismas no deben ser suministradas en ningún cuerpo humano. También ataca contra "el misterio" detrás del cáncer, una enfermedad que según ella, no tiene ningún misterio dado que la cura fue hallada hace mucho pero "no es negocio" aplicarla con tal sencillez. Se destaca también la sacada del velo a la famosa H1N1...
En definitiva...cuerpo sanos no aportan dinero al sistema. Cuerpos enfermos si. El médico hoy se ocupa del paciente enfermo, no de mantener al paciente sano.
La medicina actual ha olvidado la salud, ¡es una medicina de enfermedad y de muerte! No es una medicina de salud y de vida. En la antigua China, un acupuntor era despedido si su paciente enfermaba. O sea, ¡el médico cuidaba de la salud! ¿Ve? Toda nuestra medicina es, pues, el fracaso total.
Tenebroso...¿no?
Solamente imaginar el proceso de esta médica que siendo parte del mismo sistema médico descubre el terror detrás de la máscara de la salud es para abrir los ojos y prestar atención.
A Ghis, este libro le acarreó gravísimas consecuencias personales y profesionales. Desde la OMS hasta el Colegio de Médicos iniciaron una denuncia penal contra su persona derivando esto en la prohibición de ejercer la medicina de por vida, retirándole completamente sus títulos y certificados. El juicio duró un año y medio, durante el cual Ghis no se achicó y se dedicó a dar charlas, seminarios y conferencias, así como de hacer público a nivel mundial el negocio de la mafia médica.
Demás está aclarar que también sufrió varias amenazas de todo tipo en el afán de silenciar su mensaje revelador al mundo.
Pero a pesar de que los intereses mundiales intentaron prohibir la venta del libro y acallar su contenido, el mensaje tomó notoriedad mundial, aunque tal vez no la debida. Digamos que fue un empate entre Ghis y los peces gordos.
En este libro describo el sistema médico tal y como es en realidad: un sistema de enfermedad al servicio del Dinero y hecho para hacer que las personas enfermen. Doy las herramientas para salir de él y volver a encontrar salud y prosperidad.
Según sus investigaciones, sólo en Estados Unidos, mueren 700.000 personas al año como consecuencia de efectos secundarios de los fármacos para "curar" enfermedades.
En sus investigaciones de laboratorio, denuncia el contenido de las vacunas suministradas a los niños desde su nacimiento y cómo los ingredientes de las mismas no deben ser suministradas en ningún cuerpo humano. También ataca contra "el misterio" detrás del cáncer, una enfermedad que según ella, no tiene ningún misterio dado que la cura fue hallada hace mucho pero "no es negocio" aplicarla con tal sencillez. Se destaca también la sacada del velo a la famosa H1N1...
En definitiva...cuerpo sanos no aportan dinero al sistema. Cuerpos enfermos si. El médico hoy se ocupa del paciente enfermo, no de mantener al paciente sano.
La medicina actual ha olvidado la salud, ¡es una medicina de enfermedad y de muerte! No es una medicina de salud y de vida. En la antigua China, un acupuntor era despedido si su paciente enfermaba. O sea, ¡el médico cuidaba de la salud! ¿Ve? Toda nuestra medicina es, pues, el fracaso total.

Debo aclarar que las revelaciones e investigaciones dadas en su libro son escalofriantes.
La industria farmacéutica es el segundo negocio que mueve más dinero en el mundo. Por ende, su mayor conveniencia siempre es la enfermedad.
Y esta mujer no se metió enemigos chiquitos: su denuncia es con nombre y apellido. Hizo responsable directamente y en primer lugar a la OMS (Organización Mundial de la Salud), el Sistema Sanitario, los grandes laboratorios farmacéuticos, los gobiernos y hospitales que les obedecen y los médicos aliados a las comisiones de las farmacéuticas. También aclara debidamente que las grandes farmacéuticas son también responsables del contenido impartido para la docencia médica, manteniendo así a los ciudadanos crédulos y dependientes.
Eso también explica porque la medicina tradicional hostiga y entierra a la medicina alternativa que es considerada suave y sin efectos secundarios: "En aquella época entré en contacto con varios ’terapeutas suaves’ -es decir, practicantes de terapias no agresivas (en francés Médecine Douce) – que no tuvieron reparo alguno en abrirme sus consultas y dejarme ver lo que hacían. Y llegué pronto a la conclusión de que las medicinas no agresivas son más eficaces, más baratas y, encima, tienen menores efectos secundarios.
Luego mi mente fue más allá y empecé a cuestionarme cómo era posible que se tratara de charlatanes a personas a las que yo misma había visto curar y por qué se las perseguía como si fueran brujos o delincuentes. Por otra parte, como médico había participado en muchos congresos internacionales -en algunos como ponente- y me di cuenta de que todas las presentaciones y ponencias que aparecen en tales eventos están controladas y requieren obligatoriamente ser primero aceptadas por el ’comité científico’ organizador del congreso. ¿Y quién designa a ese comité científico? Pues generalmente quien financia el evento: la industria farmacéutica. ¡Sí, hoy son las multinacionales las que deciden hasta qué se enseña a los futuros médicos en las facultades y qué se publica y expone en los congresos de medicina! El control es absoluto"
Bueno...de acuerdo o no con Ghis, destacamos su osadía, su valor de enfrentarse este sistema mundial y decirle de frente que lo suyo es una farsa. No cualquiera es capaz de sacrificar su propia carrera, reputación y el trabajo de toda una vida para avisarle al mundo que tengan cuidado. Ella, es una verdadera sanadora. Ella busca el bienestar mundial y pagó las consecuencias.
Hoy, Ghis vive en Canadá, libre. Libre de documentos de identidad, sin sistema de salud, seguro médico, pasaporte, bienes, propiedades, libreta de conducir, y todo lo que ella siente que la escalviza al sistema. Se dedica a dar charlas y seminarios sobre la verdadera sanación, la que no depende de fármacos...
Te recomiendo la lectura de su libro "La Mafia Médica", y te regalo este link para seguir difundiendo el mensaje:
http://teatrevesadespertar.files.wordpress.com/2012/07/la-mafia-medica.pdf--
La industria farmacéutica es el segundo negocio que mueve más dinero en el mundo. Por ende, su mayor conveniencia siempre es la enfermedad.
Y esta mujer no se metió enemigos chiquitos: su denuncia es con nombre y apellido. Hizo responsable directamente y en primer lugar a la OMS (Organización Mundial de la Salud), el Sistema Sanitario, los grandes laboratorios farmacéuticos, los gobiernos y hospitales que les obedecen y los médicos aliados a las comisiones de las farmacéuticas. También aclara debidamente que las grandes farmacéuticas son también responsables del contenido impartido para la docencia médica, manteniendo así a los ciudadanos crédulos y dependientes.
Eso también explica porque la medicina tradicional hostiga y entierra a la medicina alternativa que es considerada suave y sin efectos secundarios: "En aquella época entré en contacto con varios ’terapeutas suaves’ -es decir, practicantes de terapias no agresivas (en francés Médecine Douce) – que no tuvieron reparo alguno en abrirme sus consultas y dejarme ver lo que hacían. Y llegué pronto a la conclusión de que las medicinas no agresivas son más eficaces, más baratas y, encima, tienen menores efectos secundarios.
Luego mi mente fue más allá y empecé a cuestionarme cómo era posible que se tratara de charlatanes a personas a las que yo misma había visto curar y por qué se las perseguía como si fueran brujos o delincuentes. Por otra parte, como médico había participado en muchos congresos internacionales -en algunos como ponente- y me di cuenta de que todas las presentaciones y ponencias que aparecen en tales eventos están controladas y requieren obligatoriamente ser primero aceptadas por el ’comité científico’ organizador del congreso. ¿Y quién designa a ese comité científico? Pues generalmente quien financia el evento: la industria farmacéutica. ¡Sí, hoy son las multinacionales las que deciden hasta qué se enseña a los futuros médicos en las facultades y qué se publica y expone en los congresos de medicina! El control es absoluto"
Bueno...de acuerdo o no con Ghis, destacamos su osadía, su valor de enfrentarse este sistema mundial y decirle de frente que lo suyo es una farsa. No cualquiera es capaz de sacrificar su propia carrera, reputación y el trabajo de toda una vida para avisarle al mundo que tengan cuidado. Ella, es una verdadera sanadora. Ella busca el bienestar mundial y pagó las consecuencias.
Hoy, Ghis vive en Canadá, libre. Libre de documentos de identidad, sin sistema de salud, seguro médico, pasaporte, bienes, propiedades, libreta de conducir, y todo lo que ella siente que la escalviza al sistema. Se dedica a dar charlas y seminarios sobre la verdadera sanación, la que no depende de fármacos...
Te recomiendo la lectura de su libro "La Mafia Médica", y te regalo este link para seguir difundiendo el mensaje:
http://teatrevesadespertar.files.wordpress.com/2012/07/la-mafia-medica.pdf--

Yo me hice médico para ayudar. Si la enfermedad te visita, ¡acógela, abrázala! ¡Haz la paz con ella! No salgas corriendo como loco en busca de un médico, de un salvador... Tu salvador vive dentro de ti. Tu salvador eres tú.
Ghislaine Lanctot.
Ghislaine Lanctot.
Por Leticia Mato.